Sobre todo por la paciencia de mi santo marido que me soporta cada vez que me da por guardar algo para hacer algo...esta vez sí ha llegado a un fin, más o menos agraciado...
La verdad es que ha sido trabajo en equipo, hemos vaciado las cápsulas, lavado, secado, y chafado.
Pero entre lavarlas, y chafarlas, hemos estado muy entretenidos estos días de fiestas.
El cuadro tuve claro cual tenía que ser. Lo compré en un outlet, si, debo reconocerlo.
Al fin cuelgo un cuadro en casa y es uno comprado en un outlet, muy feo por cierto, y cada vez que lo veía, sabía que algo tenía que hacer con él. Era delito tener eso colgado en mi salón.
Y de repente, se me ocurrió. Cubrirlo con las miles de cápsulas que llevo acumulando ya tanto tiempo.
Ahora llega el trabajo de contar cuantas cápsulas necesitamos de cada color. No sabéis lo bueno que es esto cuando se están aprendiendo los números...y lo entretenido que es.....me faltan 6 azules, a chafarlas, vamos¡¡¡
Entendéis por qué lo quería cubrir, verdad....
Poco a poco va tomando forma...la pistola de pegamento caliente echaba humo, y al final mi dedo también...
Ya con las negras, no sabía muy bien si terminar así, pero es que negras eran las que más tenía.
Y nooooooo, me quedé sin cápsulas negras¡¡¡¡ rebusqué por todo el sótano, sólo me faltó, a la 1.30 de la mañana, llamar a la vecina a ver si tenía alguna nueva para darme.
Me dió mucha rabia no poder terminarlo.
Cápsulas de café Nespresso |
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